Guillermo Siro, presidente de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA), dijo que “el sector pyme industrial se está recuperando de a poco, pero hay sectores como el textil, marroquinería de cuero, plástico y otros que tiene problemas en la recuperación porque no hay demanda. Otros, como la construcción y químicos se han recuperado, mientras que los tecnológicos y de compras on line ganaron mucho terreno, la industria del conocimiento, y sectores de logística a partir de un mercado en pandemia. El sector comercial es el más afectado, inclusive almacenes y sector alimenticio, hasta las grandes superficies, y hasta las farmacias tuvieron caídas. Esto se debe a la caída del poder adquisitivo del trabajador formal a partir de una gran pérdida de la capacidad de compra en la relación peso-producto y en la relación dólar-producto lo que ha caído es el salario”.
Con respecto a la competitividad, el empresario pyme platense señaló que “siempre hablamos que es muy difícil competir con mercados internacionales, en especial son el sudeste asiático que pagaban salarios promedio de 200 o 300 dólares y alta competitividad, mientras que en Argentina teníamos salarios de 1.000 dólares, Pero hoy hay salarios de 200 o 300 dólares en Argentina (aunque no es el costo total, que es un 50 por ciento más por las cargas sociales) y son salarios de supervivencia, por la inflación alta. Esto no refleja una mejora en la rentabilidad del sector empresario porque perdimos actividad y rentabilidad de los procesos productivos. En definitiva, aunque los salarios caen en dólares igual no tenemos competitividad en productos con mano de obra intensiva para conquistar mercados y esto marca la falta de competitividad de la economía nacional. Tenemos costos operativos altos por el componente impositivo muy elevado y eso determina la falta de inversión y generación de nuevos puestos de trabajo. Hoy el escenario de fuerte caída de la actividad y muy alta inflación con caída del poder adquisitivo se da en muy pocos países y esto no solo impacta fuerte en el mercado interno, sino que deja en muy mala situación a las pymes, que trabajan para el mercado nacional. Si hay una segunda ola de coronavirus el impacto en el comercio y las pymes va a ser mayor, y si a eso sumamos la actividad clandestina ilegal empeora el panorama, por eso pedimos que sea detenida inmediatamente a través del Estado con sus tres poderes. Por eso hay que generar clima para abrir empresas y no para que cierren”.
Fuente: http://www.infocamaras.com.ar
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